Ay! yo vine,
no se cómo pero vine,
no se de dónde pero vine,
solo vi el sendero errado por las estrellas,
tendiendo ante mí, y por el caminé presuroso
y vine,
pero mi sendero sigue trillado y seguiré,
no se como pero seguiré,
no sé adónde pero seguiré,
Pero no vine solo,
traje mis sueños ovillados,
traje mi derecha y mi izquierda,
mi máscara y mi espejo,
mi mentira y mi verdad,
me traje mi agua, mi fuego
mi tierra, mi aire, mi recuerdo:
así que no me vine solo,
en mi delante traje mi presencia,
a mis espaldas mi ausencia,
mi taraje, mi camino
y mis sandalias para mi camino
con mis nostalgias, mi oscuridad,
mi presente, mi pensamiento;
así que no vine solo;
pero hasta cuando mi camino,
hasta donde
no lo sé, no lo sé.
VÍCTOR HUGO ARÉVALO JORDÁN
lunes, 13 de octubre de 2008
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